Respuestas
De las muchísimas especies de bacterias que existen sólo un pequeño porcentaje nos causa alguna enfermedad. El problema es que muchas de ellas son mortales (tuberculosis, tifus, cólera, neumonía, meningitis, etc). En general, el daño que nos producen está relacionado con la fabricación de sustancias toxinas (venenos) que liberan dentro de nuestro cuerpo. Eso es, por ejemplo, lo que sucede cuando la bacteria llamada Clostridium nos infecta y causa el tétanos. Aunque las bacterias son muy pequeñas, y podríamos pensar que producen poco veneno, lo que sucede es que se reproducen tan rápido que en quince horas podrían producir 1.000 millones de descendientes; por eso, aunque cada una libera una poca cantidad, la suma de todas es muy grande. También resulta que algunos de estos venenos son los más potentes que se conocen. Es el caso de la toxina botulínica, que se llegó a emplear para crear armas químicas y, actualmente, es la base de algunos tratamientos estéticos (bótox). Pero conviene recordar que es un error identificar bacteria con enfermedad, pues la mayor parte son inofensivas o incluso beneficiosas. Muchos vegetales y animales, entre los que se encuentra el ser humano, han establecido estrechos lazos de unión con este grupo de microorganismos. En el intestino humano se encuentran unas 100 billones de bacterias, una cantidad 100 veces mayor al número de estrellas que hay en nuestra galaxia. Constituyen la flora intestinal y colaboran en los procesos finales de la digestión.