Respuestas
La lengua de señas no comparte el mismo orden de las palabras que los oyentes utilizan al momento de entablar una conversación. Tampoco se usan las preposiciones (a, desde, con, por, etc.) o artículos (el, la, lo, las, etc.) para formar una oración. Por ejemplo, nosotros como hablantes u oyentes, decimos:
“Voy a comer mucho pan en mi casa.”
Si utilizamos esa frase en el español signado vamos a usar exactamente las señas que corresponden a: VOY, A, COMER, MUCHO, PAN, EN, MI, CASA; es decir, incluyendo artículos y preposiciones del español y en ese mismo orden. En cambio, si traducimos la lengua de señas mexicana al español oral, se escucharía más o menos de esta manera:
“Comer pan yo mucho casa.”
Suena extraño y primitivo, sin embargo, es correcto. ¿Por qué? Porque la lengua de señas mexicana se basa en el español, pero no por eso significa que compartan las mismas reglas gramaticales o estructura; no son iguales. Comparten las mismas señas pero en diferente orden