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3
pues no se si te servira pero creo que lo que le pasa a una persona cuando se rompe el tímpano es :
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8
Una rotura o perforación de tímpano es exactamente lo que usted se imagina: un desgarro o un agujero en el tímpano, la parte del oído que vibra en respuesta a las ondas sonoras. Las lesiones de tímpano pueden ser sumamente dolorosas y, en el peor de los casos, pueden conllevar infecciones y pérdidas auditivas.
De todos modos y afortunadamente, la mayor parte de las lesiones timpánicas se curan en pocas semanas y no provocan problemas. Cuando el tímpano no se cura por sí mismo, puede ser necesario intervenirlo quirúrgicamente a fin de corregir la lesión y de restablecer una audición normal.
Cómo funciona el oído
El tímpano, también denominado membrana timpánica, es un delgado fragmento de tejido en forma de cono que separa el oído externo del oído medio. Está situado al final del conducto auditivo externo (la parte donde se forma cerumen).
El proceso auditivo comienza cuando el pabellón auditivo (la parte visible del oído u oreja) conduce la ondas sonoras hacia el interior del conducto auditivo. Al final de este conducto se encuentra el tímpano, donde rebotan las ondas sonoras, que lo hacen vibrar. Una vez dentro del oído interno, la cóclea, que tiene forma de caracol, se encarga de convertir esas vibraciones en impulsos nerviosos. Estos impulsos viajan hasta el cerebro a lo largo del nervio coclear, también conocido como nervio auditivo. La corteza cerebral auditiva recibe esas señales y las interpreta como diferentes tipos de sonidos.

Si el tímpano se rompe o perfora, la rotura o agujero impide que vibre correctamente, lo que conlleva una reducción de la audición. Las pérdidas auditivas suelen ser de carácter temporal y pueden variar de intensidad en función del tamaño y de la localización de la lesión.
A veces, las bacterias y otro tipo de impurezas entran en el oído medio a través del orificio del tímpano y pueden provocar infecciones. Afortunadamente, estas infecciones conllevan pérdidas auditivas permanentes solo e9n contadas ocasiones.
Causas
Mucha gente desconoce que limpiarse el interior del oído con hisopos de algodón es la principal causa de las lesiones timpánicas. Esto se debe a que al hurgarse el conducto auditivo externo o meterse objetos en su interior sin cuidado es muy fácil lesionarse el delicado tejido del tímpano, sobre todo en los niños más pequeños, cuyos conductos auditivos son muy estrechos. (Consejo: para limpiar el cerumen que se acumula en los oídos, es mejor optar por humedecer una toallita y deslizarla con delicadeza por el exterior del conducto auditivo.)
No obstante, el tímpano también se puede lesionar de muchas otras formas distintas, como las siguientes:
Infecciones de oído. Una infección del oído medio o interno (como la otitis media) puede conllevar a la acumulación de pus o fluido detrás del tímpano, lo cuál lo puede hacer explotar. Ésta es una causa habitual de rotura de tímpano en la población infantil.
Cambio brusco de presión (barotrauma). Habitualmente la presión del aire en el oído medio y en el ambiente exterior están equilibradas. Un cambio repentino en la presión barométrica (como los que ocurren en los viajes aéreos, cuando se conduce por una carretera de montaña o cuando se hace buceo) puede bastar para provocar una rotura de tímpano.
Ruidos fuertes (traumas acústicos).Aunque sean muy poco frecuentes, los ruidos fuertes (como los asociados a explosiones) pueden producir ondas acústicas lo bastante fuertes como para lesionar el tímpano. Los ruidos fuertes también puede provocar lesiones de carácter temporal o permanente en la cóclea y conllevar pérdidas auditivas.
Objetos extraños. Aparte de los hisopos, en este grupo de objetos también se incluyen las horquillas y cualquier otro objeto de tamaño reducido que los niños se pueden introducir dentro del conducto auditivo.
Golpe en la cabeza (o traumatismo craneoencefálico). Un golpe directo en la oreja puede provocar fracturas de cráneo o un incremento de la presión que puede romper o desgarrar el tímpano.
Síntomas
Cuando un niño se lesiona el tímpano, el primer síntoma suele ser el dolor de oído, que puede ser de leve a importante y que se puede incrementar durante un período de tiempo hasta acabar disminuyendo de forma repentina.
Otros síntomas de las lesiones de tímpano son los siguientes:
secreción procedente del oído de un fluido que puede ser transparente, pus o sanguinolento
pérdida auditiva que puede ser de leve a grave
zumbidos o pitidos en los oídos (acúfenos)
mareo, inestabilidad y/o vértigo que pueden provocar náuseas o vómitos
De todos modos y afortunadamente, la mayor parte de las lesiones timpánicas se curan en pocas semanas y no provocan problemas. Cuando el tímpano no se cura por sí mismo, puede ser necesario intervenirlo quirúrgicamente a fin de corregir la lesión y de restablecer una audición normal.
Cómo funciona el oído
El tímpano, también denominado membrana timpánica, es un delgado fragmento de tejido en forma de cono que separa el oído externo del oído medio. Está situado al final del conducto auditivo externo (la parte donde se forma cerumen).
El proceso auditivo comienza cuando el pabellón auditivo (la parte visible del oído u oreja) conduce la ondas sonoras hacia el interior del conducto auditivo. Al final de este conducto se encuentra el tímpano, donde rebotan las ondas sonoras, que lo hacen vibrar. Una vez dentro del oído interno, la cóclea, que tiene forma de caracol, se encarga de convertir esas vibraciones en impulsos nerviosos. Estos impulsos viajan hasta el cerebro a lo largo del nervio coclear, también conocido como nervio auditivo. La corteza cerebral auditiva recibe esas señales y las interpreta como diferentes tipos de sonidos.

Si el tímpano se rompe o perfora, la rotura o agujero impide que vibre correctamente, lo que conlleva una reducción de la audición. Las pérdidas auditivas suelen ser de carácter temporal y pueden variar de intensidad en función del tamaño y de la localización de la lesión.
A veces, las bacterias y otro tipo de impurezas entran en el oído medio a través del orificio del tímpano y pueden provocar infecciones. Afortunadamente, estas infecciones conllevan pérdidas auditivas permanentes solo e9n contadas ocasiones.
Causas
Mucha gente desconoce que limpiarse el interior del oído con hisopos de algodón es la principal causa de las lesiones timpánicas. Esto se debe a que al hurgarse el conducto auditivo externo o meterse objetos en su interior sin cuidado es muy fácil lesionarse el delicado tejido del tímpano, sobre todo en los niños más pequeños, cuyos conductos auditivos son muy estrechos. (Consejo: para limpiar el cerumen que se acumula en los oídos, es mejor optar por humedecer una toallita y deslizarla con delicadeza por el exterior del conducto auditivo.)
No obstante, el tímpano también se puede lesionar de muchas otras formas distintas, como las siguientes:
Infecciones de oído. Una infección del oído medio o interno (como la otitis media) puede conllevar a la acumulación de pus o fluido detrás del tímpano, lo cuál lo puede hacer explotar. Ésta es una causa habitual de rotura de tímpano en la población infantil.
Cambio brusco de presión (barotrauma). Habitualmente la presión del aire en el oído medio y en el ambiente exterior están equilibradas. Un cambio repentino en la presión barométrica (como los que ocurren en los viajes aéreos, cuando se conduce por una carretera de montaña o cuando se hace buceo) puede bastar para provocar una rotura de tímpano.
Ruidos fuertes (traumas acústicos).Aunque sean muy poco frecuentes, los ruidos fuertes (como los asociados a explosiones) pueden producir ondas acústicas lo bastante fuertes como para lesionar el tímpano. Los ruidos fuertes también puede provocar lesiones de carácter temporal o permanente en la cóclea y conllevar pérdidas auditivas.
Objetos extraños. Aparte de los hisopos, en este grupo de objetos también se incluyen las horquillas y cualquier otro objeto de tamaño reducido que los niños se pueden introducir dentro del conducto auditivo.
Golpe en la cabeza (o traumatismo craneoencefálico). Un golpe directo en la oreja puede provocar fracturas de cráneo o un incremento de la presión que puede romper o desgarrar el tímpano.
Síntomas
Cuando un niño se lesiona el tímpano, el primer síntoma suele ser el dolor de oído, que puede ser de leve a importante y que se puede incrementar durante un período de tiempo hasta acabar disminuyendo de forma repentina.
Otros síntomas de las lesiones de tímpano son los siguientes:
secreción procedente del oído de un fluido que puede ser transparente, pus o sanguinolento
pérdida auditiva que puede ser de leve a grave
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