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1). Organizare y establecer objetivos claros
Establece un plan estratégico o no llegarás lejos. Si tienes una buena planificación desde el comienzo, será mucho más fácil avanzar. Al principio tendrás que desempeñarte en varios roles como secretario, director o administrador, y si no te organizas, terminarás perdido. Hazte estas preguntas: ¿dónde está mi negocio y a donde quiero llegar? ¿Qué quiero ofrecerle al público? ¿Quién es mi público? ¿Cómo llegaré a ellos? ¿Cuál es mi propuesta? ¿Qué deseo transmitir? Una vez que tengas todas las respuestas, es momento de arrancar.
2). Investigar
Antes de actuar por impulso, investiga todo sobre tu idea de emprendimiento. Si existen negocios similares, esto significa que hay un mercado para ti. La idea no es copiarte del otro, sino hallar el elemento diferenciador para tu producto o servicio: ser innovador es la clave. Si no existe un negocio que ofrezca tus productos o servicios, entonces deberás hacer un análisis más profundo de tu idea, ya que podrías perder mucho. Sin competencia, no hay negocio.
3). Escucha a tus clientes
Saber escuchar es una habilidad. Es entender la comunicación desde el punto de vista del interlocutor, es ser capaces de entender ideas, pensamientos y opiniones. Si escuchas la opinión y sugerencia de tus clientes, vas por el buen camino. Algunas veces emitirán comentarios que no quisieras escuchar, sin embargo, es importante mantener la cabeza fría y escucharlos con mucha objetividad. Esto te ayudará a moldear y solidificar mejor tu negocio. Se vende mejor en la medida en que sabes escuchar a tus clientes.
4). Usa las redes sociales
La difusión de tu negocio a través de las redes sociales garantizará que más personas te conozcan. Crea contenido variado y de calidad, no te centres sólo en la promoción de tus productos o servicios: mantén interesada a tu clientela. Sé ingenioso, haz concursos y alianzas con otros negocios con el fin de ganar más seguidores, mientras más te conozcan, más tiempo te mantendrás en el mercado.
5). Buscar una idea que te motive
No importa si eres organizado, si te conectas bien con tus clientes o si conoces a perfección el tema de tu negocio; si no eres feliz o no sientes pasión por lo que haces, tarde o temprano tu negocio fracasará. Toma en cuenta que la motivación es de vital importancia, por lo que debes elegir una idea que te apasione. No permitas que el dinero sea tu motivación. Si trabajas en algo que te guste, tu lucha por mantener el negocio a flote será constante.
Ser emprendedor es sinónimo de valentía. Muchas personas te dirán las innumerables razones por las cuales NO deberías tener tu negocio: perderás dinero, no dormirás o no lo lograrás. Pero quien no arriesga, nunca gana. Tu negocio no alcanzará el éxito porque tengas suerte, sino por la constancia y perseverancia que tengas a lo largo del camino.
Establece un plan estratégico o no llegarás lejos. Si tienes una buena planificación desde el comienzo, será mucho más fácil avanzar. Al principio tendrás que desempeñarte en varios roles como secretario, director o administrador, y si no te organizas, terminarás perdido. Hazte estas preguntas: ¿dónde está mi negocio y a donde quiero llegar? ¿Qué quiero ofrecerle al público? ¿Quién es mi público? ¿Cómo llegaré a ellos? ¿Cuál es mi propuesta? ¿Qué deseo transmitir? Una vez que tengas todas las respuestas, es momento de arrancar.
2). Investigar
Antes de actuar por impulso, investiga todo sobre tu idea de emprendimiento. Si existen negocios similares, esto significa que hay un mercado para ti. La idea no es copiarte del otro, sino hallar el elemento diferenciador para tu producto o servicio: ser innovador es la clave. Si no existe un negocio que ofrezca tus productos o servicios, entonces deberás hacer un análisis más profundo de tu idea, ya que podrías perder mucho. Sin competencia, no hay negocio.
3). Escucha a tus clientes
Saber escuchar es una habilidad. Es entender la comunicación desde el punto de vista del interlocutor, es ser capaces de entender ideas, pensamientos y opiniones. Si escuchas la opinión y sugerencia de tus clientes, vas por el buen camino. Algunas veces emitirán comentarios que no quisieras escuchar, sin embargo, es importante mantener la cabeza fría y escucharlos con mucha objetividad. Esto te ayudará a moldear y solidificar mejor tu negocio. Se vende mejor en la medida en que sabes escuchar a tus clientes.
4). Usa las redes sociales
La difusión de tu negocio a través de las redes sociales garantizará que más personas te conozcan. Crea contenido variado y de calidad, no te centres sólo en la promoción de tus productos o servicios: mantén interesada a tu clientela. Sé ingenioso, haz concursos y alianzas con otros negocios con el fin de ganar más seguidores, mientras más te conozcan, más tiempo te mantendrás en el mercado.
5). Buscar una idea que te motive
No importa si eres organizado, si te conectas bien con tus clientes o si conoces a perfección el tema de tu negocio; si no eres feliz o no sientes pasión por lo que haces, tarde o temprano tu negocio fracasará. Toma en cuenta que la motivación es de vital importancia, por lo que debes elegir una idea que te apasione. No permitas que el dinero sea tu motivación. Si trabajas en algo que te guste, tu lucha por mantener el negocio a flote será constante.
Ser emprendedor es sinónimo de valentía. Muchas personas te dirán las innumerables razones por las cuales NO deberías tener tu negocio: perderás dinero, no dormirás o no lo lograrás. Pero quien no arriesga, nunca gana. Tu negocio no alcanzará el éxito porque tengas suerte, sino por la constancia y perseverancia que tengas a lo largo del camino.
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