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Quiere decir el modelo de la belleza
HOLIII
Que circunstancia de mi vida me hizo elegir este tema? les cuento que recientemente, luego de realizar un curso de iniciación de Reiki, la maestra habló sobre el arreglo personal que todo reikista debía realizar, de modo de estar presentable para atender a los pacientes.
Eso me hizo cuestionarme sobre el arreglo personal y la belleza, porque nos arreglamos para estar mas bellas, no es asi? Sino no encuentro sentido en arreglarnos para demostrarle a nuestros pacientes que nos tomamos en serio el trabajo. No hay otras maneras de demostrarlo? Por eso me siento impulsada a repensar el tema de la belleza: qué significa para mí, que paradigma de belleza utilizo, cual no utilizo, y porqué.
Les cuento que mi cuidado personal desde hace un año atrás, consiste en acudir a la peluquería para pelarme la cabeza, una vez que el cabello ha crecido lo suficiente como para requerir de la ayuda del peine. Dejé las caravanas junto con mi larga cabellera. Además no he sido muy amiga de anillos, pulseras o cadenitas de ningún tipo, lo único que me acompaña es mi reloj pulsera, desde hace varios años ya.
Bueno, arreglarme o no arreglarme.. esa es la cuestión, no es así? Por el arreglo la maestra sugirió lo siguiente: el maquillaje (un toquecito de color en los cachetes, o brillo labial alcanzaría), un par de caravanas, un peinado (al menos que el cabello esté en su lugar). También habló de la importancia del perfume, que podía ser una colonia fresca, no un aroma pesado.
Pero pienso: arreglarme para que el paciente vea que me tomo el trabajo en serio, o para estar “más bella”? depende de como estoy arreglada la impresión que toman los demás? es decir: si simplemente estoy limpia y prolija, no alcanza? debo “venderme” de alguna manera, para lograr una “buena impresión”? acaso una imagen al natural no alcanza? no es suficiente?
Bien, pongamos que la gente quiere de todas maneras un arreglo, un cuidado personal, bárbaro, transamos con eso. Ofrezco además de mi aseo y prolijidad, una gran y sincera sonrisa. Ofrezco buen humor, ofrezco simpatía, alcanza ahora?
Si la respuesta es sí, entonces podemos hablar de un paradigma de la belleza natural. Aceptamos que la naturalidad es suficiente, y que es hermosa una persona, tanto esté “arreglada”, o simplemente “al natural”. Considero que esta respuesta es sanadora, pues nos sana la idea de que tenemos defectos y que debemos taparlos para ser aceptados, o bien que nuestra belleza natural es escasa, y que debemos magnificarla para ser aceptados por los demás, para causar una buena impresión. Nos sentimos en armonía con nosotros mismos, y no necesitamos nada más que nuestra actitud ante la vida para dar una buena impresión a los demás.
Pero si la respuesta es no, entonces podemos hablar de un paradigma de la belleza buscada. Es decir que seguimos pensando en la necesidad de un arreglo personal que vaya más allá de la limpieza, la prolijidad y la actitud, hablamos entonces de una especie de máscara, algo que enmascare la naturalidad, la esencia natural de la persona. Creemos que no alcanza con la belleza natural, y buscamos algo que “mejore” la imagen de la persona, algo que la “embellezca”, no es así?
Pero el buscar algo que nos “embellezca”, no es sugerir que la persona no es bella por sí misma, más allá de frías comparaciones con los demás? No es pensar que la belleza natural de alguien no es suficiente? No es creer que la naturalidad de la persona no basta, y que para lograr una buena impresión, se debe “mejorar” dicha naturalidad, dicha esencia?
Pero pienso, la esencia de cada uno de nosotros, no es bella por sí misma? No brillamos en la oscuridad, como seres de luz que somos? Nuestra imagen natural, no es hermosa por sí misma, sin agregados ni máscaras de ningún tipo?
Nos hemos mirado al espejo al natural alguna vez? Sin preocupaciones, sin esperar nada extraño, simplemente observarnos como realmente somos, sin complacencias ni complejos absurdos. Qué vemos? vemos un ser maravilloso, deseoso de vivir, deseoso de brillar con su propia luz, que tiene toda la belleza que necesita para vivir su vida, para tener su experiencia aquí en la tierra.
Bueno, básicamente esos son los dos paradigmas que identifico sobre la belleza: el de la belleza natural, y el de la belleza “buscada”. Queda claro con cual de ellos me identifico, y creo que el mundo necesita más seres al natural, que imágenes bien arregladas. Conozcámonos, aceptémonos y admirémonos como somos, y arreglémonos con una amplia sonrisa. La vida nos devolverá nuevas sonrisas por doquier.