Una narracion de un caballero de unas 10 lineas aproximadas, doy 98 puntos.
(con alguna aventura que le haya ocurrido)
Respuestas
Había una vez un caballero de muchos años de vida que quería ir a conocer el mundo, pero no tenía suficiente dinero para todos los pasajes.
Así que decidió viajar sin ocupar el transporte para no gastar dinero que solo lo ocuparía para su comida o alguna emergencia. Fue a preparar su maleta para empezar el viaje y se fue a recorrer el mundo.
Entonces se le gastaron los zapatos y en el camino se encontró con un señor que vendía zapatos, tubo que comprar unos aunque no quisiera, pues le lastimaban las piedras y el piso estaba muy caliente. Estaba contento no había conocido ni un lugar, sino porque ahora los iba a conocer.
Una noche soñó un lugar donde estaba todo el mundo y se sintió muy feliz, pero en ese momento sintió que le caía mucha agua y tubo que despertar de su lindo sueño y refugiarse de la tremenda lluvia. Quiso tener ese sueño pero no podía, le dolía mucho su cabeza, le ardían los ojos y analizó esos dolores y concluyó que estaba enfermo y se durmió y fue feliz para siempre porque volvió a soñar ese lindo sueño feliz y no despertó jamás
Respuesta:
Arturo, el noble rey de Bretaña, cuyas proezas son para nosotros ejemplos de valor y cortesía, al llegar la fiesta que llamamos Pentecostés, la celebró con todo el fasto propio de la realeza, reuniendo a su corte en Caraduel, en el país de Gales.
Después del banquete, los caballeros formaron grupos junto con las damas, damiselas o doncellas, según ellas les iban llamando para sentarse a su lado. Unos contaban historias, otras hablaban de Amor, de las angustias y tormentos que causa, y de los deleitosos bienes, de que a menudo gozaron los discípulos de su escuela, cuya regla era a la sazón dulce y buena. Hoy, en cambio, Amor ha perdido muchos de sus fieles, le han abandonado casi todos y con ello se ha envilecido, porque, como los que amaban a la antigua usanza conseguían fama de corteses, valientes, generosos y honorables, en nuestros días, Amor se ha vuelto fingimiento. Los que no sienten nada pretenden estar enamorados, pero es mentira, y al fingir que aman, sin ningún fundamento, convierten al amor en ficticio engaño.
Pero hablemos ahora de los que fueron y dejemos a los que están en vida, porque, a mi parecer, un hombre cortés, aun muerto, vale mucho más que un villano vivo. Por ello me complace contar unos hechos muy dignos de escucharse, que tratan de aquel rey tan ejemplar, que se sigue hablando de él, aquí y más allá de estos reinos. Estoy de acuerdo con los Bretones: su fama permanecerá siempre, y gracias a ella, se seguirá recordando a los nobles caballeros a los que eligió y que se esforzaron con gran honra.
Pero aquel día se sorprendieron mucho al ver que el rey se levantaba muy pronto de la mesa, cosa que pesó a algunos y dio mucho que hablar, pues nunca antes había abandonado tan gran fiesta para retirarse a sus aposentos a dormir o descansar. Pero ocurrió aquel día que le retuvo la reina, y tanto se demoró a su lado, que luego, olvidándose de los demás, se abandonó al sueño.