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Las bacterias y las arqueas son organismos unicelulares que en el pasado estaban clasificadas como elementos iguales, siendo llamados arqueabacterias y eubacterias, pero en la actualidad se tratan como células procariotas distintas por la evolución que ha presentado cada una.
Como tal, estos microorganismos tiene características que las distinguen y que hicieron ver a la comunidad científica que sus rasgos y comportamiento debían ser estudiados por separado. Gracias a las sutiles diferencias entre ellas fueron separadas por primera vez en la clasificación que conocemos en la actualidad en 1977 por Carl Woese y George E. Fox.
Diferencias.
Las arqueas y bacterias tienen presente ribosomal (rRNA, de las siglas en ingles) pero este es diferente ya que las primeras tienen tres ARN polimerasas, mientras que las bacterias solo cuentan con una.
Las arqueas son relevantes para los ciclos del carbón y el nitrógeno en la tierra, que cobran gran importancia en la agricultura y el ambiente en general, mientras que las bacterias, a pesar de causar enfermedades en los humanos, también pueden ser utilizadas para hacer yogurt o quesos, recuperar algunos metales como el oro o el cobre y ayudan al reciclaje de los nutrientes.
A nivel celular, las paredes de las bacterias están hechas de peptidoglucano o mureína y la apariencia física varia mucho ya que puede ir desde formas alargadas hasta pequeñas esferas, y en el caso de las arqueas sus paredes celulares no tienen peptidoglucano y su forma se puede ver como varios conjuntos de esferas con algunas variaciones. En las arqueas, la membrana celular tiene enlaces éter y aquí existen lipidos no vistos en algún otro microorganismo, mientras que en las bacterias tiene enlaces éster.
Las arqueas se reproducen por fisión binaria, gemación y fragmentación y aunque hay algunas bacterias que se reproducen exactamente de la misma forma, estas forman esporas que se mantienen inactivas durante mucho tiempo hasta encontrar el hábitat adecuado para desarrollarse y esto definitivamente es algo único en estos microorganismos.
Las bacterias se pueden hallar en los cuerpos de los animales o las plantas, en desechos radioactivos, en la tierra, en materia organica o en la superficie. En el caso de las arqueas se encuentran en ambientes más duros como pantanos, lagos de agua salada, aguas termales, océanos e incluso el cuerpo humano.
Podemos apreciar como sus características únicas les dieron un lugar como familias apartes y aunque tal vez se puedan confundir por su tamaño o apariencia son microorganismos diferentes. A pesar de que no los podemos ver juegan un papel muy importante en los ciclos de la tierra y en la vida de las personas.