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Francia está en guerra y será una guerra larga”, declaró el presidente François Hollande este martes, en respuesta a la toma de rehenes ocurrida en una iglesia de la localidad de Saint Etienne du Rouvray, en la ciudad de Ruán (Normandía) en Francia, menos de dos semanas después del atentado en Niza, que dejó 84 muertos.
“Nos topamos con un grupo (el Estado Islámico) que nos ha declarado la guerra. Y ahora tenemos que librar esa guerra contra el Estado Islámico de acuerdo con todas las leyes existentes”,dijo Hollande.
El mandatario aseguró que los asaltantes eran “terroristas que reivindicaron pertenecer al Estado Islámico” y ha calificado el suceso de “acto terrorista”.
En declaraciones emitidas desde el Palacio del Elíseo, Hollande pidió a los ciudadanos unirse en bloque para enfrentar esa batalla, y consideró que destruir la democracia es el objetivo de quienes atacan al país.
Insistió en que el gobierno aplicará con toda la fuerza el estado de emergencia aprobado por el Parlamento para los próximos seis meses, lo cual da la capacidad a las autoridades de actuar para enfrentar la amenaza extremista.
“Somos una democracia y hoy, después de la muerte de este sacerdote, tengo un recuerdo y doy todo mi apoyo a los católicos de Francia. Debemos estar juntos. Los católicos han sido golpeados, pero todos los franceses nos sentimos consternados. Debemos estar juntos“, añadió Hollande. “Ponemos todos los medios para que estos ataques no ocurran. La fuerza está en nuestra cohesión”.
“Esta guerra será larga” pero también que “perseverando ganaremos”, dijo el mandatario.