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n una oportunidad un amigo vino a mí afligido, porque hacía tiempo que se había quedado sin empleo y aunque estaba buscando por muchos lugares, todavía no conseguía el trabajo para sustentar a su familia.
El motivo de su aflicción era que lo estaban acusando y persiguiendo aquellos que lo tenían que ayudar; aunque que él no mendigaba a nadie, ni pedía prestado. Y los que lo acusaban no sabían si él tenía dinero guardado. La intención de los acusadores era mostrarle a los demás que había una persona que no obedecía a Dios y que algo no estaba haciendo bien.
Esas malas personas tristemente usaban mal un texto de la Biblia que muchos conocen.
Ellos le decían esto: "El que no trabaja, que no coma".
Y yo le dije: ¡Quedate tranquilo porque ellos han usado mal la Palabra del Señor, y Él sabe todas las cosas!
Esto es lo que dice exactamente la Biblia que es la Palabra del Dios Eterno:
2 Tesalonicenses 3:10 RV1960
Porque también cuando estábamos con vosotros, os ordenábamos esto: Si alguno no quiere trabajar, tampoco coma.
¡Cómo cambia todo cuando usamos correctamente las Sagradas Escrituras!
Si leemos detenidamente la Biblia dice: "el que no quiere trabajar, tampoco coma". Lo cual es muy diferente al dicho popular que algunos cristianos lamentablemente también usan y repiten: "el que no trabaja, que no coma".
En la Palabra de Dios vemos lo importante que es para el Señor "el querer" trabajar, que es la misma "voluntad" de hacer algo. Por lo tanto el apóstol Pablo, otros pastores y colaboradores de Dios, guiados por el Espíritu Santo, tenían la facultad de parte del Señor para poder juzgar con justo juicio una causa o cosas de esta vida.
Como ejemplo, pensemos en la posibilidad de que en aquel tiempo acusaron a dos hermanos del hecho de no trabajar. Y que luego el pastor les pregunta: ¿Porqué no están trabajando? ¿Alguno de ustedes quiere trabajar? Y el primero responde: ¡Yo no quiero, estoy bien con las ofrendas que me dan los hermanos! Mas el segundo responde: ¡La verdad es que yo quiero y estoy haciendo todo lo que puedo!
Ahora pensemos en qué hubiera pasado si ese mismo pastor se hubiera dejado guiar por un dicho popular y no por lo que le ordenó el apóstol Pablo de parte de Dios. Y luego por el hecho de que no están trabajando les negara a los dos la comida. Sería injusto para aquel hermano que declaró su voluntad y tenacidad ¿No es así?
Así que entendiendo esto y teniendo en cuenta que el Señor obra con Amor y Justicia, le pregunté a este joven: ¿Vos querés trabajar? Y él me respondió: ¡Sí, yo quiero trabajar!
Luego le enseñé que esta Palabra se aplica para ciertos casos y sobre todo para aquellos que "no quieren trabajar" el cuál no es su caso.
Así que no sólo era verdad que él sí quería trabajar, sino que ciertamente también se esforzaba en gran manera buscando un trabajo; porque la fe sin obras es muerta.
En ese momento el Señor en su Amor consoló su vida a través de su Palabra y juntos nos gozamos porque creímos por la Fe que Jesús, el Testigo Fiel y Verdadero, estaba en control de todo.
Al poco tiempo consiguió trabajo y fue muy bendecido junto a su familia.
Que Dios nos ayude a usar con Amor y Misericordia los versos de las Santas Escrituras.
¡Si hoy estás siendo perseguido injustamente recuerda que Dios es Fiel en responder a los que le claman, y aférrate de la Verdad a través de su Palabra y descansa en sus brazos de ternura!
¡Que nuestro Amoroso y Consolador, Jesús de Nazareth, siga llenando sus vidas de su Favor! ¡Abrazos fraternales y Paz sea con todos!
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