Respuestas
¿Dónde falla la descentralización?
1. La capacidad normativa y administrativa
Si nos quedáramos tan solo con la decentralización por el lado de los gasto e ingresos, no estaríamos haciendo un análisis completo del nivel de autonomía de las regiones de nuestro país, puesto que no solo el volumen de ingresos incentiva su responsabilidad fiscal, sino también la posibilidad de tomar decisiones tanto a nivel legislativo como de gestión.
2. Las subvenciones de nivelación
Así, las Comunidades Autónomas no manejan exclusivamente sus propios ingresos, sino que reciben importantes recursos procedentes de otras regiones — fondos de nivelación horizontal— y del Gobierno central —fondos de nivelación vertical—, por lo que tan solo el 66% de sus ingresos se obtienen a partir de tributos propios y cedidos, algo que es cierto que se ha corregido, incluyendo en las reformas posteriores a la de 1996 tributos propios y cedidos parcialmente a las CCAA.
El Gobierno central en España se quedó ese año con el 29,9 % de los fondos públicos, por debajo de lo que ocurrió en Alemania (31,7 %), Francia (32,6 %), Japón (33,3 %), Suiza (36,3 %), Estados Unidos (40,6 %) y Canadá (41,5 %), señala en su informe sobre las tendencias de los ingresos de las administraciones la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE).
Las autonomías españolas, por su parte, percibieron ese ejercicio un 23,1 % de la recaudación fiscal, un porcentaje sólo superado por dos de los ocho países federales de la organización: Canadá (39,7 %) y Suiza (24,2 %).
El peso relativo de las autonomías era superior al de los "laender" alemanes (21,3 %) o de los estados federados de Estados Unidos (20,7 %) y Australia (15,3 %).
Sobre todo, su porcentaje era el que más se había incrementado desde 1995, cuando las autonomías se quedaban con el 4,8 % de la recaudación, mientras en Canadá sus provincias ya se llevaban el 37,1 %, los cantones en Suiza el 23,8 % o los "laender" en Alemania el 21,6 %.
La OCDE no clasificó España entre los países federales sino en una categoría particular denominada "país regional" por su "estructura política altamente descentralizada".
A ese respecto, explicó que entre 1975 y 2011, la parte de los municipios en los ingresos fiscales subió del 4,3 % al 9,6 % al tiempo que el de la Seguridad Social caía del 47,5 % al 36,9 %.
El 9,6 % de los gobiernos locales en España en 2011 era un porcentaje superior a la media del 7,7 % de los ocho países con estructura federal de la OCDE, aunque inferior a tres de ellos: Estados Unidos (15,9 %), Suiza (15 %) y Canadá (9,7 %).
Entre los Estados unitarios, el peso de los municipios era particularmente elevado en Suecia (35,7 %), Dinamarca (26,7 %), Islandia (26,6 %), Japón (25,2 %) y Finlandia (23,3 %).
El 36,9 % de fondos de la Seguridad Social en España se situaba muy por encima de la media de los otros países federales (21,3 %) y de los unitarios (24,7 %).
La Seguridad Social absorbía hasta un 54 % de los fondos públicos en Francia, un 44,1 % en la República Checa, un 41,4 % en Japón y un 40 % en Eslovenia.