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En edades tempranas pienso que hay que tener mucho cuidado con esto y saber controlar la situación. El posible nombramiento de un capitán en un equipo de poca edad puede acarrear problemas entre los niños ya que éstos tienden a pensar que se ha elegido a ese jugador porque es el favorito del entrenador, porque es el que más anota o porque es el mejor.
Yo soy partidario de que en edades tempranas lo mejor es que los jugadores desconozcan quién es el capitán del equipo ya que casi nunca tendrá que realizar su función de firmar un acta bajo protesta o algo por el estilo. Lo que si pienso que es mejor y es lo que yo hacía, es un capitán rotatorio, por lo que cada semana se nombraba un capitán distinto y éste era por ejemplo el encargado de dirigir el calentamiento en los partidos o simplemente poseer la “clave mágica” que abre el carro de balones. Con esto conseguiremos un grupo unido y unos niños motivados y alegres pensando en que la semana que viene le tocará a él ser el capitán.
La figura y las funciones del capitán de baloncesto va tomando más importancia en categorías superiores. En estas edades no hay que elegir el capitán al azar, ni tampoco lo tiene que ser el máximo anotador o el que más tiempo lleve en el equipo. Soy de los que piensan que el capitán debería de ser una persona comprometida con el club ya que este será el nexo de unión entre el entrenador y los jugadores. El capitán es una figura importante tanto dentro de la pista como fuera de ella y tiene que ser respetuoso con el cuerpo técnico, los árbitros y con cada uno de sus compañeros.
Yo he sido capitán muchos en años ya sean en clubes como en selecciones. Cuando lográbamos algún título siempre preguntaba a la dirección del torneo o campeonato si cabía la posibilidad de que no fuese sólo yo el que recogiese ese trofeo sino que saliésemos todo el equipo al completo a recogerlo ya que un capitán sin sus compañeros no es nadie…
Respuesta:
En edades tempranas pienso que hay que tener mucho cuidado con esto y saber controlar la situación. El posible nombramiento de un capitán en un equipo de poca edad puede acarrear problemas entre los niños ya que éstos tienden a pensar que se ha elegido a ese jugador porque es el favorito del entrenador, porque es el que más anota o porque es el mejor.
Yo soy partidario de que en edades tempranas lo mejor es que los jugadores desconozcan quién es el capitán del equipo ya que casi nunca tendrá que realizar su función de firmar un acta bajo protesta o algo por el estilo. Lo que si pienso que es mejor y es lo que yo hacía, es un capitán rotatorio, por lo que cada semana se nombraba un capitán distinto y éste era por ejemplo el encargado de dirigir el calentamiento en los partidos o simplemente poseer la “clave mágica” que abre el carro de balones. Con esto conseguiremos un grupo unido y unos niños motivados y alegres pensando en que la semana que viene le tocará a él ser el capitán.
La figura y las funciones del capitán de baloncesto va tomando más importancia en categorías superiores. En estas edades no hay que elegir el capitán al azar, ni tampoco lo tiene que ser el máximo anotador o el que más tiempo lleve en el equipo. Soy de los que piensan que el capitán debería de ser una persona comprometida con el club ya que este será el nexo de unión entre el entrenador y los jugadores. El capitán es una figura importante tanto dentro de la pista como fuera de ella y tiene que ser respetuoso con el cuerpo técnico, los árbitros y con cada uno de sus compañeros.
Yo he sido capitán muchos en años ya sean en clubes como en selecciones. Cuando lográbamos algún título siempre preguntaba a la dirección del torneo o campeonato si cabía la posibilidad de que no fuese sólo yo el que recogiese ese trofeo sino que saliésemos todo el equipo al completo a recogerlo ya que un capitán sin sus compañeros no es nadie…
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