Respuestas
Cruza el Segura los pinos,
camino de los mares,
con su marea amorosa.
En las mañanas oculto
con el albor de la niebla,
y se envuelve tras las
entrañas de la huerta.
En sus rumorosas tardes,
coordenadas y alertas,
se pone rojo, de amor,
y de discreta vergüenza.
Riega la huerta el Segura
en las tardes de fuego
y en las auroras violetas.
Y se adentra en el alma,
de una ciudad,
llamada Orihuela,
como si fuera música
y dormirla quisiera…
El Segura la corteja,
y da mil besos a la ciudad
que le abre sus puertas.
No se la concibe sin el Segura,
dentro niño verde y sombrío,
aunque la parta en dos.
Es que sin el, nunca habría sido…
Y el Segura sin Orihuela,
al nacer se hubiese detenido.
¡...Y a partido a Guardamar,
lentamente, sin darse cuenta
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