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A su regreso a Perú, en 1537, Almagro ocupó la ciudad del Cuzco, y en la batalla de Abancay, el 12 de junio de 1537, haciendo prisioneros a Hernando y Gonzalo Pizarro, por considerar que pertenecía a su gobernación. Francisco Pizarro negoció con Almagro el destierro de sus hermanos, pero en realidad Pizarro sólo buscaba ganar tiempo y de algún modo imponerse ante la voluntad del rey, que decidió que el Cuzco era propiedad de Almagro. Pizarro, sintiéndose afianzado, lejos de cumplir con el acuerdo, le dio el mando de las tropas a sus hermanos. Almagro se encontraba enfermo al momento de la traición del acuerdo y dio el mando a Rodrigo Orgóñez y los almagristas fueron derrotados en abril de 1538 en la batalla de las Salinas, en esta misma batalla murió el leal Gonzalo Calvo de Barrientos, el desorejado de Pizarro. Hecho prisionero, Almagro fue avergonzado por Hernando Pizarro y no pudo apelar ante el rey. Almagro, sintiéndose perdido entonces, suplicó por su vida, a lo cual respondió Hernando Pizarro diciendo:
"Sois caballero y tenéis un nombre ilustre; no mostréis flaqueza; me maravillo que un hombre de vuestro ánimo tema tanto a la muerte. Confesaos, porque vuestra muerte no tiene remedio".
Fue ejecutado el 8 de julio de ese mismo año en la cárcel por estrangulamiento de torniquete y su cadáver decapitado en la Plaza Mayor de Cuzco. Malgarida, su fiel sirvienta de color, tomó el cadáver de su amo y lo enterró en la Iglesia de la Merced en el Cuzco.
En mi opinión pues es 1/2, ya que Almagro realizó acciones injustas para los que lo rodeaban, pero su forma de muerte fue lejos de la justicia.
Espero que te sirva
Saludos
Respuesta:
A su regreso a Perú, en 1537, Almagro ocupó la ciudad del Cuzco, y en la batalla de Abancay, el 12 de junio de 1537, haciendo prisioneros a Hernando y Gonzalo Pizarro, por considerar que pertenecía a su gobernación. Francisco Pizarro negoció con Almagro el destierro de sus hermanos, pero en realidad Pizarro sólo buscaba ganar tiempo y de algún modo imponerse ante la voluntad del rey, que decidió que el Cuzco era propiedad de Almagro. Pizarro, sintiéndose afianzado, lejos de cumplir con el acuerdo, le dio el mando de las tropas a sus hermanos. Almagro se encontraba enfermo al momento de la traición del acuerdo y dio el mando a Rodrigo Orgóñez y los almagristas fueron derrotados en abril de 1538 en la batalla de las Salinas, en esta misma batalla murió el leal Gonzalo Calvo de Barrientos, el desorejado de Pizarro. Hecho prisionero, Almagro fue avergonzado por Hernando Pizarro y no pudo apelar ante el rey. Almagro, sintiéndose perdido entonces, suplicó por su vida, a lo cual respondió Hernando Pizarro diciendo:
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