Respuestas
gracias a mi libro de hace 2 años La vida microscópica es altamente flexible y puede adaptarse a ambientes extremos –exageradamente fríos o calientes, ácidos o básicos, salados o con alta presión- que serían letales para organismos más complejos
El oso de agua no es el único animal que sobrevive a ambientes tan hostiles. En el desierto del Sahara, la hormiga Cataglyphis bicolor sale a buscar insectos achicharrados por temperaturas superiores a los 60º, y lo hace rápidamente impulsadas por sus patas sumamente delgadas, que apenas tienen contacto con las arenas ardientes.
Otras especies amantes de ambientes cálidos son la araña lobo (Adelocosa anops) prefiere el calor de la piedra recién moldeada por la lava para convivir junto a diversas clases de ciempiés. Un hábitat similar al de la talégala de las Marianas (Megapodius laperouse), que prefiere anidar en las cenizas de los volcanes.
Otro animal que resiste el calor, como si fuera un pequeño Iron Man, es el Crysomallon squamiferum, un caracol descubierto en 2001 en aguas termales del océano Índico, con su concha formada por una capa externa de sulfuro de hierro, que le protege de depredadores y de las altas temperaturas. Los científicos lo están estudiando con interés por el potencial que puede tener para la industria aeronáutica, la construcción y la militar.