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Dependiendo del contexto, las circunstancias y el estado físico y psicológico de la persona, la sensación de dolor puede variar de mayor a menor grado. Es probable que al tratarse de una situación extrema, el dolor por otras cosas disminuya o desaparezca. Por ejemplo, es muy probable que si nos encontramos en una competición de baloncesto, nuestra concentración en el juego deje en segundo plano el dolor que podamos sentir al caernos al suelo. Por tanto, podemos afirmar que la tolerancia al dolor también se trata de algo psicológico.
En cuanto a la diferencia entre hombres y mujeres, es verdad que hay estudios, como el publicado en la revista Proceedings of the National Academy of Sciences, que afirma que las mujeres tenemos el umbral del dolor más bajo que los hombres, pero que por lo contrario, reaccionamos mejor ante los analgésicos. Esta diferencia viene por una proteína llamada GIRK, que se encuentra en el cuerpo de los hombres y que transmite el dolor en ellos con menor intensidad que en las mujeres. También se han estudiado otros factores, como el psicológico. Por ejemplo, se ha que se ha demostrado que la regla de que ¨los chicos no lloran¨ ha hecho que la mayoría de los hombres lloren menos o toleren mejor el dolor, sin necesidad de llorar.
Por otra parte, también se ha estudiado que con el paso de la edad, el umbral del dolor disminuye, por tanto, las personas mayores tienen una tolerancia menor al dolor que las personas jóvenes.
Como posible ¨tratamiento¨ para tolerar el dolor, los mejores aliados son las endorfinas. Las endorfinas, esas pequeñas ¨moléculas de la felicidad¨, actúan como neurotransmisores de placer y hacen que nos sintamos animados y de buen humor. La forma más efectiva de liberar endorfinas es hacer ejercicio, pero también ayuda relacionarse con otras personas, reírse y hacer cosas que nos gustan, bailar y relajarnos, estar en contacto con la naturaleza, entre otras muchas formas.
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muchas gracias;)
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