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Cada vez que ponemos nuestro cuerpo en funcionamiento gracias a una caminata, a la natación o a una sencilla rutina de ejercicios en el gimnasio, oxigenamos nuestro cerebro.
Existen muchas formas de mantener una mente ágil, despierta y capaz de procesar el entorno con más rapidez.
Un modo de conseguirlo es con la práctica de otro tipo de ejercicios, pero esta vez, dejamos a un lado lo físico para llevar al “gimnasio” a nuestro cerebro como intentar descifrar acertijos, leer, etc.
Uno de los mayores enemigos para la salud cerebral son las grasas saturadas. Los alimentos prefabricados y poco naturales también frenan la neurogénesis.
El sexo es un gran arquitecto del cerebro y un favorecedor natural de la neurogénesis.
Los efectos de la meditación sobre nuestro cerebro son incuestionables, a la vez que maravillosos.
Todos estas cosas faborecen en la restauración o reparación de las celulas cerebraes, de nada amigo y salu2