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Los Comentarios reales de los incas o Primera parte de los comentarios reales, es un libro histórico-literario escrito por el literato peruano Inca Garcilaso de la Vega y trata sobre la historia, las costumbres y las tradiciones del Antiguo Perú, aunque centrándose en el periodo Inca, es considerada por algunos como el cantar de gesta de la nacionalidad peruana.
El libro VI en el capítulo 8 trata sobre cómo los incas contaban por hilos y nudos y había gran fidelidad en los contadores.
“Quipu” palabra usada que significaba anudar y nudo, y también se utilizaba para hacer cuentas porque los nudos lo usaban para todas las cosas, los indios hacían hilos de diferentes colores, de un solo color, de dos colores, de tres y de varios colores, porque los colores simples, y mezclados, tenían significado de por sí. Por los colores se sabía lo que contenía el hilo, como el oro por el amarillo, la plata por el blanco, y por el colorado la gente de guerra.
Aquello que no llevaba color iba colocado por su orden, comenzando por la que tenía más calidad hasta las de menos calidad, cada cosa en su género como en los granos y legumbres.
Estos nudos o quipus estaban a cargo de los indios llamados “quipucamayu” que significa “el que tiene cargo de las cuentas”, aunque en aquel tiempo había poca diferencia entre los indios buenos y malos, ya que con la poca malicia que tenían y el buen gobierno que había, todos se podían llamar buenos, para este oficio elegían los más aprobados y los que hubiesen dado más larga experiencia de su bondad.
Capítulo IX: Lo que asentaban en sus cuentas, y cómo se entendían.
Anotaban a través de sus nudos todo el tributo que daban cada año al Inca, colocando cada cosa por sus géneros, especies y calidades. Anotaban la gente que iba a la guerra, la que moría en ella, los que nacían y fallecían cada año, por sus meses. En resumen escribían en aquellos nudos todas las cosas que consistían en cuenta de números, desde asentar las batallas y reencuentros que se daban, hasta decir cuántas encomiendas habían traído al Inca y cuántas entrevistas y razonamientos había hecho el Rey.
Pero lo que contenía la encomienda, las palabras de reflexión, juicios ni otro suceso historial, podían decirlo con los nudos, por ello tenían señales que mostraban los hechos históricos, de hazaña o de haber encomiendas, acuerdos o conversaciones realizadas en paz o en guerra. Por lo que los sucesos importantes lo hacían a través de relatos que iban de generación en generación y se les enseñaban a sus sucesores, de padres a hijos.