Respuestas
“¡Oh felicitacisímo Apóstol San Pedro! singularísimo Príncipe de los discípulos del Redentor, primer vicario de Jesucristo en su Iglesia Católica, confesor de sus dos naturalezas, divina y humana, sencillo pecador a quien dio el Salvador el distinguido título de piedra fundamental de su templo militante. Por estas virtudes y especialmente a la de su templo militante, por estas prerrogativas concedidas a tus excelentes virtudes y especialmente a la de tu Santísima sombra, pues con ella se libera el que con devoción implora tu amparo. A tu sombra se libera el caminante, con tú sombra se auxilia al que sorprende al mal hecho, tu sombra se refrigera al afligido, al enfermo y a cuantos te piden favor.
Oh Sombra Prodigiosa por cuya intercesión obró el Señor tantos favores y tan admirables prodigios, permíteme, Pedro Santo, que a tu sombra los pecadores alcancen el perdón de sus culpas, para que arrepentidos se alisten en las banderas de la gracia y a tu sombra no pierden el derecho que tienen a la gloria.
Amén.”