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De entre las ciudades que visité –Loja, Cuenca, Quito, Tena y Súa- sólo conseguí recibir señal en Cuenca y Quito, donde Movistar me permitía recibir mensajes pero no enviar ni hacer llamadas. Además no podía utilizar tarjetas SIM de ningún operador a pesar de haber hecho ésto en todos los demás países sudamericanos. En una tienda de Movistar nos comentaron que probablemente necesitábamos un móvil cuatribanda, cosa que no pudimos comprobar porque ni mis amigos franceses ni yo teníamos uno.
El tema de internet también desesperará a aquellos que quieran permanecer conectados con el mundo exterior.
El número de cybers, aunque ligeramente inferior a los que encuentras en Perú, es más que decente. Sin embargo, la velocidad de bajada de información y conexión es la más desesperante que encontré en Sudamérica. Así que, en general, si tienes que descargar fotos de tu cámara o algo que requiera tiempo de bajada, mejor te esperas a hacerlo a la vuelta o prepárate a tener mucha paciencia en un cyber. Para evitar el tema te aconsejo que lleves varias tarjetas de memoria para no tener que descargar fotos durante tu estancia en el país.
También decir que en Loja sí encontramos un cyber cercano al Hostal Londres -donde nos alojamos- en el que se podía navegar a una velocidad aceptable.
El transporte es otro aspecto del país que representará una dura prueba para tu paciencia. Creo que ni un monje budista conseguiría no soltar ni un suspiro después de tomar unos 12 buses de media-larga duración en el país.
En Ecuador no existe un sistema de ferrocarril y volar es bastante caro, con lo cual, la opción más válida para los mochileros sigue siendo el amado bus, como en la mayoría del territorio sudamericano.
Sin embargo, a diferencia de países como Perú, Argentina, Chile, Brasil o Uruguay donde puedes pasar noches en buses en los que dormir no es un gran problema, en los buses ecuatorianos necesitaras llevarte al mítico Cuentacuentos o meterte unas pastillitas para conciliar el sueño en posiciones incomodísimas que cambian según el vehículo va tomando los baches que adornan las carreteras de interminables curvas.
Ecuador viene a ser en el mundo de los buses lo que Qatar en el mundo futbolero: un país al que se va para retirarse. La flota de vehículos parece ser tan sólo un poco posterior en el tiempo a las cuádrigas de Ben-hur, de estrechos asientos y endeble carrocería -vimos el resultado de un accidente que nos dejó los pelos de punta- y cuyos baños -son pocos los que lo llevan- están en un estado que hace que la gente prefiera aguantar hasta que haya una parada para comer algo o estirar las piernas.
En defensa de los conductores -para mí, auténticos héroes- decir que las carreteras no ayudan a tener un viaje placentero dado lo accidentado del terreno, el número de agujeros en la calzada y las interminables curvas y subidas y bajadas que ponen a prueba la pericia de los conductores más experimentados. También el clima hace la conducción más difícil debido a las frecuentes lluvias que aparecen en la mayor parte del país al aparecer cruzado por la cordillera andina.
A pesar de todo, como en el resto de países sudamericanos, os recomiendo viajar de noche por las razones de siempre -el tráfico es sensiblemente inferior, el bus hará menos paradas y os ahorraréis una noche de alojamiento- añadiendo además la de no tener que ver las maniobras del conductor a la luz del día. Aquí se aplica éso de Ojos que no ven, corazón que no siente. Esta gente toma las curvas como en Fórmula 1 y la distancia de seguridad es un término que sólo aplican en las discos para mantener a los buitres alejados de sus chicas.
A pesar de lo arriesgado de su conducción los trayectos siguen siendo larguísimos para distancias no muy grandes. El precio del servicio suele ser de 1 dólar por hora de viaje, más o menos. Preguntad siempre en las diferentes oficinas de las compañías en la terminal de la ciudad porque podéis ahorraros unos dólares si comparáis precios e incluso, en ocasiones, podéis negociarlos.
También es aconsejable que preguntéis al personal del hostal y otra gente local sobre las compañías más seguras y mejor relación calidad-precio que cubren el recorrido que tenéis pensado hacer. Así os podrán decir cuáles hacen el trayecto realmente directo porque son muchas las que anuncian tal cosa y el bus acaba parando en cada esquina de cada pueblo que encuentra en el camino.
Si tenéis cualquier duda sobre el tema o queréis tener idea de duraciones y costes de viajes internos que penséis hacer en el país, no dudéis en consultármelo.
Un bello país Ecuador pero con muchas cosas que mejorar para atraer el turismo. Sin embargo, tal vez sea mejor y así se evite la ruina como ha pasado en tantos bellos lugares naturales que el turismo ha echado a perder para siempre. Ahí os dejo el dilema para que cada uno lo medite.