Lee detenidamente éste fragmento de "El caballero de la armadura oxidada" y coloca en el lugar correcto cada uno de los signos de puntuación vistos durante el período.
Ocasionalmente Cristóbal le preguntaba a su madre qué aspecto tenía su padre Cuando esto sucedía Julieta llevaba al chico hasta la chimenea y señalaba el retrato del caballero.
-He aquí a tu padre - decía con un suspiro
Una tarde mientras contemplaba el retrato Cristóbal le dijo a su madre
-Ojalá pudiera a ver a padre en persona.
-No puedes tenerlo todo - respondió bruscamente Julieta.
Estaba cada vez más harta de tener tan sólo una pintura como recuerdo del rostro de su marido y estaba cansada de dormir mal por culpa del ruido metálico de la armadura
Cuando paraba en casa y no estaba absolutamente pendiente de su armadura el caballero solía recitar monólogos sobre sus hazañas Julieta y Cristóbal casi nunca podían decir una palabra Cuando lo hacían el caballero las acallaba ya sea cerrando su visera o quedándose repentinamente dormido.
Un día Julieta se enfrentó a su marido.
-Creo que amas más a tu armadura de lo que me amas a mí.
-Eso no es verdad - respondió el caballero - Acaso no te amé lo suficiente como para rescatarte de aquel dragón e instalarte en este elegante castillo con paredes empedradas
-Lo que tu amabas - dijo Julieta espiando a través de la visera para poder ver sus ojos - era la idea de rescatarme. No me amabas realmente entonces y tampoco me amas realmente ahora.
-Sí que te amo - insistió el caballero abrazándola torpemente con su fría y rígida armadura casi rompiéndole las costillas.
-Entonces quítate esa armadura para ver quién eres en realidad - le exigió.
-No puedo quitármela. Tengo que estar preparado para montar en mi caballo y partir en cualquier dirección - explicó el caballero.
-Si no te quitas la armadura cogeré a Cristóbal subiré a mi caballo y me marcharé de tu vida
4. ¿Cual sería un posible final para esta historia?
Respuestas
Son los signos de puntuacion que faltan ^^ lo pondré entre paracentesis
Ocasionalmente Cristóbal le preguntaba a su madre qué aspecto tenía su padre. Cuando esto sucedía Julieta llevaba al chico hasta la chimenea y señalaba el retrato del caballero.
-He aquí a tu padre - decía con un suspiro (.)
Una tarde mientras contemplaba el retrato Cristóbal le dijo a su madre (.)
-Ojalá pudiera a ver a padre en persona.
-No puedes tenerlo todo - respondió bruscamente Julieta.
Estaba cada vez más harta de tener tan sólo una pintura como recuerdo del rostro de su marido y estaba cansada de dormir mal por culpa del ruido metálico de la armadura (.)
Cuando paraba en casa y no estaba absolutamente pendiente de su armadura(, )el caballero solía recitar monólogos sobre sus hazañas(.) Julieta y Cristóbal casi nunca podían decir una palabra. Cuando lo hacían el caballero las acallaba(,) ya sea cerrando su visera o quedándose repentinamente dormido.
Un día(,) Julieta se enfrentó a su marido.
-Creo que amas más a tu armadura de lo que me amas a mí.
-Eso no es verdad - respondió el caballero - Acaso no te amé lo suficiente como para rescatarte de aquel dragón e instalarte en este elegante castillo con paredes empedradas( .)
-Lo que tu amabas - dijo Julieta espiando a través de la visera para poder ver sus ojos - era la idea de rescatarme. No me amabas realmente entonces y tampoco me amas realmente ahora.
-Sí que te amo - insistió el caballero abrazándola torpemente con su fría y rígida armadura casi rompiéndole las costillas.
-Entonces(, )quítate esa armadura para ver quién eres en realidad - le exigió.
-No puedo quitármela. Tengo que estar preparado para montar en mi caballo y partir en cualquier dirección - explicó el caballero.
-Si no te quitas la armadura(,) cogeré a Cristóbal(,) subiré a mi caballo y me marcharé de tu vida(.)
4:
Al escuchar estas palabras de su amada Julieta, decide sacarse su armadura, por el temor de que el amor de su vida se alejara de el, aun así con tan dolor de dejar su apreciada armadura, lo hizo y revelo su verdadero rostro hacia la mujer que tanto amaba.
Julieta se puso a llorar de la emoción y lo abrazo con todas sus fuerzas, le agradecio diciendo:
-Después de tanto tiempo, ahora si puedo ver a ese hermoso, valiente y fuerte hombre que me rescato, gracias.
El pequeño Cristobal había visto esta escena y corrió feliz hacia su padre, por fin lo vio.
Asi la vida de julieta, Cristobal y su hijo, era mucho mejor ya que sin la armadura de Cristobal, toda oxidada, se salvaron los tres de poder contraer alguna enfermedad.