Respuestas
1. Posibilidades de desarrollo:
Es uno de los motivos más citados en los casos de renuncia. Si el trabajador percibe que ya no puede subir de puesto, enfrentar nuevos retos, o aprender nuevas habilidades, o avanzar en la empresa, seguramente buscará un lugar que le brinde estas oportunidades.
2. Competitividad salarial:
Muchas veces, el estancamiento en el salario que percibe el trabajador es un motivo para su renuncia. Si no ha recibido un aumento en los últimos meses o años, es natural que busque un empleo mejor remunerado en su mismo nivel y en su misma área.
3. Sobrecarga laboral:
Uno de los motivos más sonados a últimas fechas es la sobrecarga de trabajo que experimentan los empleados. Muchas empresas en el mundo resintieron los efectos de la crisis económica y redujeron sus plantillas para salir a flote en la situación adversa. Sin embargo, el personal de estas empresas no se ha restablecido por completo, por lo que, una labor que antes hacían dos o tres personas, ha sido asignada a una sola. Con el tiempo, el trabajador resiente esta carga excesiva y renuncia.
4. Falta de motivación:
Cuando el empleado siente que sus aportes no significan nada para la empresa, y que su trabajo y sus opiniones no son tomadas en cuenta, es probable que renuncie eventualmente. Cuando la empresa no tiene un rumbo definido o sus superiores no le muestran hacia dónde esta dirigida su labor, frecuentemente el trabajador opta por renunciar.
5. Ambiente insoportable:
Si un trabajador se encuentra en un ambiente laboral tenso y cargado de discusiones, tiende a la renuncia. Constantes conflictos con los compañeros o frecuentes regaños del jefe o superior pueden hacer que decida buscar un empleo con un ambiente más agradable.
6. La calidad de vida:
Es esencial para todas las personas que su trabajo les brinde una calidad de vida aceptable, es decir, que les permita tener una vida personal armónica fuera del trabajo. Si los trabajadores no duermen lo suficiente o no ven a su familia a causa del excesivo trabajo, es probable que abandonen la empresa. Otro problema también es la distancia entre la casa y la oficina: si deben pasar varias horas en el tráfico o recorrer grandes distancias en transporte público podrían decidir renunciar.
Sufrir un despido es una experiencia traumática y deprimente. Renunciar a un trabajo en el que no eres feliz es una experiencia liberadora. No es de extrañar, por tanto, que el ser humano haya derrochado ingenio a la hora de autodespedirse de los puestos laborales que ha detestado. Con frecuencia, las renuncias se han comunicado con una carta dirigida al superior de turno. Como es lógico, muchas de ellas han contado con un elevado grado de inspiración.
Rabia, ironía, elegancia, indignación. Hay mil formas de decirle a tu jefe que, con todos los respetos, puede irse a freír espárragos (fabulosa expresión). Aquí hemos recopilado algunas de las mejores.