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Cuando piensas en duna de arena, imaginas un monte de arena inmutable. La verdad es que las dunas de arena son estructuras naturales dinámicas, que crecen, se desplazan y mudan de forma. Las dunas abrigan decenas de creaturas en su interior.
Para entender la duna, tenemos que entender la arena. La arena es formada por la erosión de las rocas. Cuando las rocas se descomponen, los materiales resultantes son transportados por el viento, agua o hielo y terminan como sedimento en el mar o en dunas de arena. Las arenas de un desierto hoy seguramente fueron una antigua helera, mar o laguna que ha secado.
La composición de la arena depende básicamente de las rocas locales de un sitio. En áreas que disponen de fragmentos de corales encontrarás arena fina y blanca. Ya las arenas oscuras son ricas en magnetita o compuestas por pedazos de lava. La textura y tamaño del grano de arena indica la distancia que vagado. Cuanto más pequeño el grano, más probable que haya viajado desde muy lejos.
Una duna de arena necesita tres ítems para formarse: una gran cantidad de arena suelta en una rea con vegetación baja, normalmente una cuesta o lecho de un rio, laguna o mar seco. Viento o brisa que mueva los granos, así como un obstáculo que haga con que la arena pare de “volar” y se acomode. Este obstáculo puede ser una piedra o un árbol,