Respuestas
El asma es cuando la respiracion se hace dificil, tos y sensacion de ahogo y ruidos de silbido en el pecho.
La tubercolosis es una infeccion causada por un germen llamado Mycobacterium. La bacteria suele atacar a los pulmones, pero tambien puede hacer daño a otras zonas del cuerpo.
Respuesta: Así como es innegable la relación entre bronquitis con participación bacteriana y la presentación de un síndrome asmático, aparece mucho más dudosa Ja
relación entre síndromes asmáticos e infecciones focales fuera del árbol bronquial. Sobre todo, cuando los focos son mín imos y están en situación de latencia .
La experiencia general centra, pues, la posibilidad de la inten1ención de un mecanismo alérgico bacteriano en el hecho de las bronquitis difusas. No en la remota
posibilidad de que un asma típico esté producido por un pequeño foco in fectivo
fuera del ámbito bronquial.
* * *
Después de este largo preámbulo, vamos a continuar intentando exponer las
relaciones entre asma y tuberculosis:
A. Que el asma favorece el desarrollo de una bronquitis crónica, es un hecho
de observación relativamente frecuente. Se ha explicado, sobre todo, por una
mayor facilidad en la implantación bacteriana, consecutiva a las alteraciones
funcionales producidas por el asma. No está tan claro que esto suceda r especto
a la tuberculosis. Aun admitiendo teóricamente que esto pueda suceder, los gérmenes tuberculosos no son tan ubicuitarios que estén siempre a mano, como la
flora bronquítica, para que pueda ser facilitada su implantación. Este posible
caso se ha presentado tan raramente, que !CKERT, en su libro Alergia y Tuberculosis, acepta que el asma y la tuberculosis muestran una distropia en sus rela·
ciones mutuas. Sin embargo, no está demostrado biológicamente que exista un
antagonismo entre tuberculosis pulmonar y asma, aunque se ha pretendido ver
clínicamente por varios autores, partiendo de las primeras observaciones de ROKI·
TANSKY hace más de cien años.
B. Se ha señalado que la tuberculosis podría motivar la aparición de un asma
de tres modos : l. Por las lesiones bronquiales del propio proceso tuberculoso.
2. Mediante el desarrollo de un asma alérgico tuberculínico. 3. A través de la
bronquitis secundaria inespecífica que se desarrolla en algunos tuberculosos eró
nicos.
l. Las lesiones bronquiales producidas por la tuberculosis en sí son poco
aptas para desarrollar una reacción asmática. Por dos hechos. Uno, porq ue las
obstrucciones bronquiales que producen suelen ser segmentarias o regionales. Pocas veces extremadamente difusas. Solamente en las miliares muy densas, afectando fundamentalmente a los conductos alveolares, cabe una obstrucción bronquial difusa con Ja aparición de disneas agudas. Excepcionalmente han sido descritas en ellas situaciones paroxísticas de apariencia asmática. Otro, porque cuando
se producen las situaciones obstructivas difusas, suelen ser altamente duraderas o
permanentes. No está faci litada, pues, la producción de una irritabilidad bronquial
accesional universal. Sin embargo, a veces, en individuos con adenopatías hiliares
intumescentes, fístulas gangl.iobronquiales, calcificaciones bronquiales, se producen
situaciones asmáticas. TAPIA, en su ponencia de hace diez años, en la Sociedad
Española de Alergia, expuso varios casos altamente demostrativos. Es el mismo
hecho de los individuos que presentan situaciones asmáticas por el enclavamiento
de un cuerpo extraño en el bronquio. Estos hechos son expresiones de u na notable
reflexibilidad espástica bronquial.
2. Se ha escrito mucho del asma tuberculoso o asma tuberculínico. Sin embargo, sorprende que en la mayoría de los tratados sobre alergia o de los tratados
sobre tuberculosis pulmonar, publicados desde hace treinta años, no le nombran.
En algunos, se hace una ci ta de pasada, como cosa de poca importancia, y en · su
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mayoría dudosa. Al lado de esto, están los libros dt: JAQUELIN y los de BuRNAN n
sobre tuberculosis atípicas, en los que se ocupan extensamente de él. Tambien
algunas publicaciones en revistas médicas. Si prolongamos la búsqueda por épocas
anteriores, seguimos asistiendo a la misma disparidad. Una mayoría de autores,
que no lo citan o lo niegan. Una minoría, que no sólo asegura su existencia, sino
que postula que es muy frecuente.
Se atribuyó a características de la alergia, que la mayoría de los supuestos
asmas tuberculosos en que no existía al mismo tiempo una bronquitis, coincidian
no en la fase de extensa siembra, de neumonías o de destrucciones, sino en el
momento de lesiones mínimas o residuales. Esto se explicó basándose precisamente en la misma alergia tuberculosa, que condiciona que la pleuritis y el eritema nodoso aparezcan en la mayoría de las veces cuando el proceso tuberculoso
está en su iniciación. Similarmente se pretendía aceptar que el asma sólo se presentaba en las formas casi inactivas, las fibrosis aparentemente residuales y en
tuberculosis tan mínimas que eran ignoradas. Se continuaba aceptando la antigua
idea de que existía un antagonismo entre progresión de la tuberculosis y aparición del asma. Se ampliaba así grandemente el posible origen tu